El principio de la Historia...

Los actuales habitantes Mbyá Guaraní de la Comunidad Takuapí; asentada en la localidad de Ruiz de Montoya, Provincia de Misiones, Argentina; son descendientes de un grupo humano que hace más de treinta años habitaba los montes que existían en los departamentos Libertador General San Martín, Cainguás, Guaraní y Montecarlo de la Provincia de Misiones. 

En Misiones, hacia 1970 aún se contaba con un 81,9% de superficie cubierta de bosques nativos. Cuatro años más tarde su porcentaje se redujo a la mitad: 48,7% .
Precisamente en el año 1974, las personas que luego pasarán a conformar la Comunidad Takuapí, son desalojadas de la zona que habitaban en el área de los parajes Cerro Moreno y Puente Quemado, dentro del Departamento Libertador General San Martín.

Conocida la situación de destierro de este grupo humano por un pastor de la Iglesia Evangélica Suiza de Ruiz de Montoya, son alojados en una parcela de tierra propiedad de la Iglesia dentro del municipio Ruiz de Montoya con la promesa, aún sin cumplirse, de titularizar estas hectáreas a nombre de la comunidad.

Con el paso de los años la zona en la que se hallan asentados los miembros de Takuapí, distante unos 7 kms. del casco urbano, se fue “consolidando” como zona rural, con grandes extensiones de plantaciones de yerba, té, tabaco, tung y pino. La comunidad quedó literalmente sitiada por emprendimientos agrarios particulares.
La superficie de tierra sobre la que se asienta la comunidad Takuapí es de 17 has. Cuando fueron alojados allí, hace más de 30 años, eran 5 familias. Hoy son más de 100 familias, con una población aproximada de 350 individuos. Las 17 has. siguen siendo las mismas, pero absolutamente degradadas por el cultivo ininterrumpido de las parcelas familiares. No poseen monte, dentro del área que corresponde a la comunidad.

Sólo queda, hacia el oeste una pequeña fracción de monte de 200 metros de ancho por 1250 metros de largo, que sirve a los miembros de la comunidad como protección contra las tormentas, como medio de obtención de algunas plantas medicinales y de algunos ejemplares de animales de pequeño porte (palomas monteras, tatú, coatí) para engrosar la deficiente dieta a la que se ven sometidos en su condición de marginalidad, hecho que deviene en una población infantil con grados de desnutrición II y III.